El cuidado de la boca es de gran importancia en nuestra vida, debemos hacer visitas constantes al dentista para que nos ayude a mantener nuestros dientes blancos y fuertes. Sin embargo, muchas veces no tenemos suficiente tiempo para dedicarle a esta actividad o sencillamente nuestros recursos no alcanzan para esto. Eso no tiene que significar que tu higiene bucal será un desastre.
Con el tiempo nuestros dientes se van tornando de un color amarillo desagradable a la vista. La razón por la que esto sucede es que se forma algo llamado sarro, esto es placa bacteriana que al solidificarse en nuestros dientes les da ese color. Lo más común es que se encuentre alrededor de la encía.
Este problema es sencillo de solucionar, no hace falta que vayamos al dentista. Aunque siempre es bueno hacernos chequeos para descartar otras posibles enfermedades. Tener la dentadura amarilla no solo es un problema de salud, también nos trae consecuencias emocionales: perdemos nuestra autoestima, las ganas de relacionarnos con los demás e incluso dejamos de sonreír solo para no mostrar nuestros dientes.
Alivio natural al problema del sarro
Las causas que ocasionan el sarro son muy variadas, no depende únicamente de el cepillado y el enjuague bucal. La mala alimentación, las bebidas alcohólicas, el exceso de cigarrillo, el dulce e incluso la falta de algunos nutrientes son algunos de los factores que le hacen perder la vitalidad a los dientes.
La naturaleza nos regala todos los elementos que necesitamos para eliminar este problema de nuestras vidas. Te mostraremos cómo puedes hacer para quitar la placa y el sarro de tus dientes sin gastar mucho y de forma natural.
Los remedios caseros nunca fallan cuando de mejorar algo en tu cuerpo. Además, cuando los utilizas sabes que no tendrás efectos secundarios que te perjudicarán. Sigue estos sencillos consejos y te aseguramos que podrás decirle adiós a ese molesto color amarillo de los dientes.
Remedio Nº1
Sal marina
En un cepillo de dientes húmedo colocar un poco de sal marina y cepillar de manera regular. Una vez culminado el proceso de cepillado enjuagar la boca con abundante agua.
Otra opción es utilizar la sal marina como enjuague bucal. Diluir media cucharadita de sal en un vaso de agua. Hacer buches por varios segundos hasta terminar toda el agua.
Esto se debe realizar 2 o 3 veces por semana para obtener mejores resultados.
Remedio Nº2
Semillas de lino
Masticar una cucharada de semillas de lino sin tragarlas, una vez masticadas cepillarse los dientes como si las semillas fuesen la pasta dental. Una vez finalizado este proceso enjuagar con abundante agua.
Las semillas servirán para pulir tus dientes.
Lo más importante es saber que a pesar de que estos remedios son muy efectivos debemos ir al dentista al menos una vez cada 6 meses. Así nos realizaremos limpiezas más profundas que evitan la aparición de enfermedades más graves.