Imagínate que vas por una selva. Te encuentras un río y debes seguir tu camino. El río es muy profundo, no lo puedes cruzar caminando, no hay un puente ni un barco ni un botero ni un vado. Entonces, durante dias y dias, durante semanas o meses, te dedicas a construir un bote, un bote que te permita cruzar el río. Y lo haces. Y estas contento contigo al otro lado del río porque construiste tu bote que te permitió seguir. Y piensas: “quizás haya otro río”, “quizás pueda evitarme el trabajo de seguir construyendo otros botes”, “debo llevar el bote conmigo”. Y entonces, intento avanzar por la selva cargando con él, pero es tan difícil, es tan complicado… Tropiezo con cada rama, me llevo por delante cada liana… Es imposible, pero persisto. No quiero dejar este bote después de todo, ha sido tan útil para mi. Y sin embargo, esto, que un dia me salvó, este bote que un día representó la posibilidad de seguir, hoy es mi mayor impedimento. Ser un adulto significará aceptar que soy capaz de hacerlo, una vez más. Significará dejar atrás aquello que hoy no me sirve, aquello que alguna vez me sirvió pero que hoy no tiene sentido en este camino. Y apostar, a que si hay un nuevo río, seré hoy más sabio para construir un nuevo bote.
Jorge Bucay es un psicodramaturgo, terapeuta gestáltico y escritor argentino. Se define como “ayudador profesional” ya que, según él, mediante sus conferencias y sus libros procura ofrecer herramientas terapéuticas, para que cada quien sea capaz de sanarse a sí mismo. Por su parte, en su país natal, Argentina, es considerado uno de los mejores de la psicología actual.
“Yo trabajo sobre la idea aduéñate de tu vida, lo que tienes es tu responsabilidad. Creo que el mundo no es un lugar para competir, sino para compartir, y una condición necesaria es mirarse a uno mismo” . Jorge Bucay