Una madre es la encargada de llevar por aproximadamente 9 meses a su futuro hijo en el vientre, mientras estos se desarrollan y preparan para venir al mundo.
Una vez llega la fecha en la cual va a nacer el bebé la madre pasa por un doloroso proceso llamado parto. Aunque pasen por esas circunstancias dolorosas de igual manera aman con todo su ser a los hijos de su progenie y dedican su vida a criarlos.
Estos recién nacidos se nutren del seno de su madre hasta que puedan comer alimentos sólidos, aunque la leche materna es muy nutritiva para ellos. Los bebés son dependientes en todo sentido de sus padres, pero la madre pasa más tiempo con su hijo a temprana edad que su padre con él. La primera persona en la cual un bebé confía no por sentimiento sino por instinto es su madre.
Todo ser humano nace con un instinto de supervivencia que aplica en todo hasta que forma conciencia propia. Los bebés se acostumbran poco a poco en depender de sus madres para casi todo ya que son ellas quienes los cuidan y los mantienen. Una mamá hace esto por amor y un tanto por deber, pero el amor hacia su hijo siempre está presente pase lo que pase.
Las madres pierden el respeto de sus bebés.
Los bebés desarrollan, a medida que pasa el tiempo, un sentimiento de confianza hacia sus madres tan grande que incluso llevando apenas unos cuantos meses de vida pueden ser muy soberbios cerca de sus madres.
Interesante, si te llama la atención ya sea por curiosidad o porque tú misma eres una madre pues lee atentamente éste artículo y descubre la razón de su altanería.
Obviamente un recién nacido carece del conocimiento necesario para comprender el significado del respeto, es más, carecen del conocimiento para pronunciar si quiera la palabra.
Un bebé naturalmente asume que su madre ha de estar presente para él todo el tiempo y que además cuidará de él por lo que la madre irá perdiendo control sobre su propio hijo, aunque no en realidad.
La verdad es que en éste mundo el más poderoso gobierna al resto y el bebé asume ser más capaz que su madre y por lo tanto la degrada sin saberlo.
En el fondo, el pequeño ama a su madre, pero no es posible para él comprender el valor de su madre. A diferencia de su mamá el bebé hará caso al resto de las personas ya que por naturaleza si no las conoce son un peligro para él.