El uso de zapatos con tacón, el embarazo, estar todo el día sentado, un viaje en avión de muchas horas, problemas circulatorios o edemas…
Muchas son las causas de los pies inflamados. Si quieres revertir esta situación, lee este artículo donde hallarás 3 remedios caseros para pies hinchados.
LO QUE DEBES SABER SOBRE LOS PIES HINCHADOS.
Es algo bastante habitual, sobre todo en las mujeres. Esta condición es llamada edema periférico o bien retención de líquidos, los cuales se concentran en las extremidades, fundamentalmente en los tobillos y pies (empeines).
Es un síntoma habitual del embarazo, por ejemplo, pero también de una alimentación repleta de sal o grasas, un calzado inapropiado o el tipo de trabajo que se realice.
LOS PIES Y LOS TOBILLOS SE HINCHAN POR DIVERSAS CAUSAS. ADEMÁS DE LAS YA INDICADAS ANTES, ENTRE OTRAS, PUEDE DEBERSE A:
El sedentarismo
El exceso de peso
Los cambios hormonales durante el ciclo menstrual
La menopausia las enfermedades cardíacas
La insuficiencia renal
Los problemas hepáticos
EL Edema, por sí mismo no es perjudicial, pero es muy incómodo. Pero si ve que un pie o una pierna está hinchando mucho más que el otro, debes llamar a tu doctor, porque puede ser un coágulo de sangre y necesita resolver ese problema tan pronto como sea posible.
LE PRESENTAMOS 3 REMEDIOS NATURALES PARA LOS PIES Y TOBILLOS HINCHADOS.
BAÑO DE MENTA
Necesitarás:
½ taza de hojas de menta
4 tazas de agua
PREPARACIÓN Y USO:
Coloque las hojas de menta y el agua en una olla sobre el fuego.
Dejar reposar unos 10 minutos, quitar del fuego y dejar que se enfríe durante unos 10 minutos.
Verter el agua en un cubo y remojar los pies durante media hora.
BAÑO DE AGUA TONICA.
Esto puede sonar extraño, pero el agua tónica puede ayudarle a deshacerse de los pies y los tobillos hinchados.
Como Usar:
Remoje tus pies en agua tónica a temperatura ambiente, o en frío, durante media hora.
La quinina y las burbujas pueden ser de gran ayuda en el proceso de reducir la inflamación.
BAÑO DE AGUA SALADA:
Como usar:
Prepare un baño de agua salada mediante la adición de un puñado de sales de Epsom en un cubo de agua, suficiente para cubrir los tobillos.